Add parallel Print Page Options

Los hombres le dijeron:

—Te rogamos que le preguntes a Dios si nuestro viaje va a ser exitoso.

El sacerdote dijo:

—Sí, vayan en paz, el SEÑOR los acompañará en este viaje.

Los hombres siguieron su viaje y llegaron hasta Lais. Allí vieron que la gente vivía tranquilamente. El pueblo estaba gobernado por los de Sidón. Todo estaba calmado y en paz. No tenían enemigos que los molestaran y no les faltaba nada. Vivían lejos de los sidonios y no tenían trato con nadie.

Read full chapter